Aprender lo que no sabes: la preparación que transforma sueños en realidad
La película A millones de kilómetros (Amazon Prime, 2023), protagonizada por Michael Peña, relata la historia real de José Hernández, hijo de migrantes mexicanos que pasó de trabajar en los campos agrícolas a convertirse en astronauta de la NASA.
Es una historia inspiradora. Pero más allá de la emoción, entrega una lección profunda: para lograr algo grande, no basta con desearlo. Hay que prepararse.
En una de las escenas más significativas, el padre de José, mientras trabajan juntos en el campo, le comparte los cinco ingredientes necesarios para alcanzar cualquier meta. Se los explica usando una metáfora simple y poderosa: la del cultivo.
Porque, como bien dice, lo que necesitas para que algo florezca en la tierra… también aplica para que algo crezca en tu vida.
Los 5 ingredientes del éxito, según su padre
- Encontrar tu meta
Saber qué es lo que realmente quieres lograr. Tu propósito. - Saber cuán lejos estás
Reconocer tu punto de partida y las brechas que debes cerrar. - Trazar un mapa
Planificar tu camino con pasos claros e intermedios. - Aprender lo que no sabes
Tener la humildad de reconocer tus vacíos… y formarte. - Trabajar aún más duro cuando crees que ya llegaste
No rendirte cuando parece que “ya casi”. Perseverar.
El paso que cambia todo: aprender lo que no sabes
De los cinco pasos, hay uno que suele pasarse por alto: El cuarto.
Ese momento en el que reconoces con honestidad que todavía no tienes lo necesario. Que no estás listo. Y en lugar de rendirte, decides prepararte.
En la película, José es rechazado once veces por la NASA. Y en lugar de parar, empieza a formarse.
- Aprende a bucear.
- A volar aviones.
- A entrenarse físicamente.
- A manejar el aislamiento.
- A estudiar con más profundidad.
- A mejorar su inglés.
- A vivir como si ya fuera astronauta, antes de que le den la oportunidad.
Nadie se lo pidió. Él eligió hacerlo.
Porque entendió algo esencial: la meta que quería merecía ese nivel de preparación.
El valor de prepararte antes de que llegue la oportunidad
Muchos esperan tener la oportunidad para entonces “prepararse bien”.
Pero a menudo, la oportunidad llega solo a quienes ya lo están haciendo.
Prepararte es una decisión.
No solo profesional, también personal.
En tu día a día, esto puede significar muchas cosas:
- Capacitarte en una habilidad que tu rol necesita y aún no dominas.
- Pedir retroalimentación sobre algo que sabes que puedes mejorar.
- Aceptar que el siguiente paso en tu carrera requiere algo que hoy no sabes… pero podrías aprender.
- Invertir tiempo, incluso sin garantías.
Aprender lo que no sabes requiere humildad.
Pero también es una de las formas más reales de liderazgo personal.
¿Cómo empezar a prepararte de forma intencional?
Aquí algunas acciones prácticas que puedes implementar desde hoy:
- Identifica una sola habilidad o conocimiento que sabes que necesitas.
- Dedica tiempo cada semana para trabajar en ello. Aunque sean 30 minutos.
- Habla con alguien que ya lo domine. Aprende de su experiencia.
- Acepta el error como parte del proceso. Lo importante es no quedarte inmóvil.
- Busca dónde puedes aplicar lo aprendido, incluso en algo pequeño. No te lo guardes solo para “después”.
No hay logro sin preparación.
Y no hay preparación sin humildad.
José Hernández no llegó a la NASA solo por soñar alto.
Llegó porque se formó antes de tener certezas.
Porque no esperó a que lo aceptaran para comportarse como alguien listo. Se convirtió en uno.
Y ese es el mensaje: muchas veces, el primer paso no es desear más…
Es prepararte mejor.
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